jueves, 5 de enero de 2012

Ser y estar

No hay nada más frío y solitario que tu calle cuando salgo solo en la noche.
Nada más vacío que mi corazón aun cálido y sin premio.
Y nada tan sin sentido como la distancia enorme que separa nuestra proximidad.

Me preguntas si no es perjudicial para el corazón estar así de loco,
¡y claro que lo es! A cada segundo, a cada mirada, a cada deseo.
Pero ¡qué más da! A falta de jaquecas me entretengo con desamores.

Será mi falta de estilo a lo mejor,
y me ilusiono por un segundo en aprender,
pero me pregunto si vale la pena, ¿y para qué?
¿No es eso menos cuerdo que mi locura?
¿Para venderme mejor a otra que aun no conozco?

Puedo estar en la cresta de la ola,
puedo estar en el centro de la moda,
entrar en todas las boutiques,
pasear por todas las fiestas
puedo estar contigo,

pero no con la pasión con la que soy canción,
con la que soy verso,
con la que soy prado, roca, nieve y sol,
con la que paseo en mi bici camino de una playa
más allá de mi valla blanca y la duna en Dinamarca,
con la que soy tímido, serio o indignado,
con la que hablo demasiado.

Nunca estaré en ningún sitio con la pasión que soy,
con la que soy yo,
con la que soy alguien que te quiere y poco más.

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