"Te echo de menos" no significa más que eso,
un indefinible y leve vacío en el vientre que nunca se sacia
incluso después de un eternidad de estar juntos,
la necesidad de nunca abandonar
la agradable tarea de estar a gusto dos.
Una caricia no significa más que eso,
un cosquilleo en la yema de los dedos,
el vértigo de atravesar
el vacío que nos separa,
y constatar que tu piel no quema,
pero que se derrite con el contacto.
Un abrazo no significa más que eso,
un leve esfuerzo muscular,
calor instantáneo para atravesar
todos los desiertos polares,
gasolina de amistad y ánimo,
y una sutil promesa de que nunca estarás sola.
Un beso no significa más que eso,
un cosquilleo en la nuca
que hace olvidar las prisas,
el sabor salado y tierno
que busca acariciar mi boca,
un choque de pupilas
que se abandonan a la caricia.
Nada más que eso.
Sin ningún compromiso.
Sin ningún papel.
Sin ninguna obligación
más que estar donde se quiera estar,
más que dar lo que se desea dar,
más que recibir lo que se quiera entregar.
domingo, 8 de enero de 2012
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