¿Recuerdas cuando leía en tu piel
cada latido del corazón?
¿Te acuerdas?
Sí, me recuerdas.
Me recuerdas al acecho,
bajo la lamparita amarilla.
buscaba leer en tu cuerpo
palabras hechas de pasión
con que te llamaba a mi lado.
Leía tu piel con avidez,
te consumía voraz
pasaba tus páginas suave,
impaciente, ardiente,
para devorar tu siguiente deseo.
Así éramos.
Tu escribías mi deseo,
yo leía en tu deseo.
No había nada más,
ni faltaba mucho menos
que una sola chispa
para prender tanto beso
escrito en papel inflamable.
Así escribimos páginas rojas
noches y noches sin descanso,
páginas blancas tantas albas
sorprendidos por el frío sin sábanas,
páginas azules de sol y mar
con las manos llenas de amor,
páginas amarillas de angustia
plagadas de tu fiebre y mi insomnio,
páginas negras de lágrimas,
de olvido y andar perdidos.
Páginas, páginas y páginas
con tinta roja, salvaje y valiente,
como tu sangre
y la mía.
sábado, 11 de julio de 2009
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