¿Como podremos distinguir
los ángeles que el destino,
o quizás el cielo,
pone en el camino de nuestras vidas?
¿Es posible aceptar que estos ángeles
solo pasen por nuestras vidas
para ayudarnos y no para quedarse?
Es tan grande la tentación de amar a un ángel
y es tan doloroso olvidar a un ángel.
lunes, 5 de octubre de 2009
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