En el silencio que crea esta breve distancia puedo escuchar con mucha atención un nítido bullir de sentimientos ahora que mi corazón no resuena con tanta fuerza.
En la ausencia que deja tu silueta en mis ojos aflora un manantial de frescos recuerdos que el contraluz de tu cintura ante la luz de la mañana no evapora con el fuego de deliciosa pasión que me abrasa.
En el vacío que mis brazos no pueden estrechar, mi piel siente frío y calor que todavía existen bajo el sol más allá de los límites sin explorar del mapa de tu piel.
Vivimos en medio de una deliciosa tormenta, de un huracán de pasión compartido, pero la verdad que me quema sigue siendo tocar tu misteriosa esencia.
Pero tu misterio no está en tu cálido vendaval de abrazos, ni en tu lluvia abrasadora de besos sobre mí piel, sino en la misteriosa calma dentro del ojo de este huracán.
Tu misterio sigue estando en la sonrisa regalada,
en un apresurado beso de despedida,
en el latido de tu corazón,
en tus ojos abriéndose en la mañana.
En el silencio no necesito vagar por galaxias lejanas, por noches estrelladas de abrazos apasionados, ni quemarme en el fuego descontrolado.
En tu ausencia solo necesito silencio para quererte.
Silencio para quererte.... esta pequeña frase lo resume todo, buenísimo
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