Me había olvidado completamente de ellos desde hace años. Y ha sido un olvido imperdonable. Posiblemente la cosa no fue peor porque ellos (y ellas) nunca se han olvidado de mí.
Ahora que hablas de los de arriba, súbitamente he tomado conciencia de la sensación de desamparo de estos últimos años, sin creer en nada y muy muy perdido.
Poco a poco voy recordando la familiar sensación de sentirlos detrás mia, en cada situación decisiva en mi vida. Para que todo saliera bien. Y yo tenía la seguridad que da creer que no te vas a equivocar. No hacía falta pedirlo. Estaban ahí porque para ellos yo era su razón de ser ahí arriba, o porque se marcharon demasiado pronto dejándose a seres muy amados aquí.
¿Quién sabe?
Espero que no sea demasiado tarde para volver a caminar en su compañía.
miércoles, 3 de junio de 2009
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