Quizás fue la luz suave de la tarde, quizás las especias del té, o tal vez el rosa sobre el rojo.
Quizás fue que no te temo tanto como me temo.
Quizás me olvidé de todo por un instante y vi posarse en tus labios un beso de buenas noches a las 5 de la tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario