Los ojos besando la oscuridad
buscando un anuncio de claridad del alba lejana.
La piel perlada recuerda el calor de esta noche
deseando un soplo de aire que enfríe la humedad.
Suena el viento cálido en los pinos
intento adivinar el rumor de la lluvia
pero no recuerdo tormentas al atardecer
y sigo escuchando la noche en esta cama.
Vuelvo a soñar con gotas que resbalan
mojando lentas la tierra blanda,
envuelto en un abrazo cálido de sábanas blancas
fragante como un bosque mojado al filo de la madrugada.
miércoles, 16 de junio de 2010
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